Al hacer 18 años, lo primero que me dijeron es que ya podía ir a la cárcel; qué optimismo. No hacía falta que me lo dijeran tampoco, aunque ya sabía que podría hacer otras cosas... entre otras, votar, donar sangre y tal. Lo de votar ya lo hice en las últimas municipales, ya hablé de ello aquí.
Lo de ayer fue donar sangre. Lo reconozco, ayer por la tarde tenía los cojones por corbata. No lo oculto porque es la pura verdad, estaba jiñado por si me iba a doler o algo peor. Nunca me han gustado ni las agujas, ni los análisis de sangre; y mi relación con los médicos es bastante fría ya que hace muchos, muchos años que no visito a alguno por necesidad. De todos modos, nunca me ha gustado que un médico intervenga en mi vida, ya que eso es mala señal.
Ayer intervinieron médicos, pero por algo bueno, como es el hecho de donar sangre. No es que con eso se arregle el mundo pero quién sabe, mañana mismo me podría hostiar en el coche y necesitar la sangre de alguien anónimo. Tú mismo podrías necesitarla, por eso es positivo que haya sangre con la que hacer transfusiones. Al acercarse el verano y los accidentes de tráfico, el Banc de Sang i Teixits pone en marcha muchas maratones como la de ayer que fue la que asistí.
¿Dolió? No mucho, quizá al principio. Para ayudarme a superar mi miedo, me hicieron tumbarme completamente horizontal para no ver el tinglado que colgaba de mi brazo y me decían que respirara hondo al clavarme y desclavarme la aguja. Me hicieron estar X minutos bombeando la mano para sacarme X litros de sangre y después unas pastas y un Kas naranja.
Lo mejor fue sentirse algo mejor con uno mismo por haber hecho una buena acción. Mi casillero anda bastante escaso de éstas últimamente y demasiado sobrado de las malas acciones, así que algo compensa.
[CANCIÓN DEL DÍA = "Mein Blut" de Eisbrecher, comprendida en el álbum "Eisbrecher". Hay que decir que en alemán el título significa "mi sangre", un título bastante adecuado para lo de ayer.]
Lo de ayer fue donar sangre. Lo reconozco, ayer por la tarde tenía los cojones por corbata. No lo oculto porque es la pura verdad, estaba jiñado por si me iba a doler o algo peor. Nunca me han gustado ni las agujas, ni los análisis de sangre; y mi relación con los médicos es bastante fría ya que hace muchos, muchos años que no visito a alguno por necesidad. De todos modos, nunca me ha gustado que un médico intervenga en mi vida, ya que eso es mala señal.
Ayer intervinieron médicos, pero por algo bueno, como es el hecho de donar sangre. No es que con eso se arregle el mundo pero quién sabe, mañana mismo me podría hostiar en el coche y necesitar la sangre de alguien anónimo. Tú mismo podrías necesitarla, por eso es positivo que haya sangre con la que hacer transfusiones. Al acercarse el verano y los accidentes de tráfico, el Banc de Sang i Teixits pone en marcha muchas maratones como la de ayer que fue la que asistí.
¿Dolió? No mucho, quizá al principio. Para ayudarme a superar mi miedo, me hicieron tumbarme completamente horizontal para no ver el tinglado que colgaba de mi brazo y me decían que respirara hondo al clavarme y desclavarme la aguja. Me hicieron estar X minutos bombeando la mano para sacarme X litros de sangre y después unas pastas y un Kas naranja.
Lo mejor fue sentirse algo mejor con uno mismo por haber hecho una buena acción. Mi casillero anda bastante escaso de éstas últimamente y demasiado sobrado de las malas acciones, así que algo compensa.
[CANCIÓN DEL DÍA = "Mein Blut" de Eisbrecher, comprendida en el álbum "Eisbrecher". Hay que decir que en alemán el título significa "mi sangre", un título bastante adecuado para lo de ayer.]
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