viernes, 29 de abril de 2011

Esquizofrenia Mesetaria

Sí, hoy toca recibir collejas.

Antes de esta serie de cuatro partidos de FC Barcelona contra Real Madrid, sospechaba que el cerebro de todo españolista (de España, no de aficionado al RCD Espanyol) está afectado por una especie de esquizofrenia rara, algo que sólo ellos pueden llegar a saber cómo manejar.

Ahora estoy seguro de que existe, y su vacuna está cada día más lejos de ser descubierta.

Estoy hablando de esta situación que a nivel personal todos hemos vivido alguna vez de "ni contigo ni sin ti", "la maté porque era mía", "no sirves para nada pero dame un bocado de tu bocadillo". A los hechos me remitiré.

Primer síntoma de Esquizofrenia Mesetaria. Durante los partidos en el Bernabéu, los jugadores catalanes del Barça (Xavi, Busquets, Piqué, Puyol, etc.) eran recibidos con adjetivos como "catalino de mierda" y otros que los que somos de por aquí ya estamos acostumbrados a leer en cualquier foro de internet o en cualquier vídeo del YouTube que contenga algo sobre el Barça. Casualmente, estos jugadores, dejan de ser "catalinos de mierda" cuando pasan a vestir una camiseta roja con una estrella bordada sobre un escudo. Estrella que ellos ayudaron a ganar.

Segundo síntoma de Esquizofrenia Mesetaria. Uno de los periódicos insignia de la Caverna Mediática (luego hablaré más a fondo sobre ellos) animó a los aficionados madridistas a llevar banderas españolas con ellos a la final de Copa del Rey; ni siquiera tenían que ser constitucionales, algún aguilucho se coló en Mestalla y lo vi con mis propios ojos. Si os fijáis, incluso se ve uno en esta foto.


Y yo, que soy raro, pienso: Si estas personas llevan banderas españolas para diferenciarse de los aficionados del Barça, quiere decir que dichos aficionados no son españoles puesto que no llevan banderas españolas. ¡Pero ay de ti como digas eso! ¡Ay de ti que sugieras que uno de los aficionados del Barça no era español si no catalán; que te dan de hostias con el palo de la bandera!

Tercer síntoma de Esquizofrenia Mesetaria. Durante el partido de Champions League, según informa el diario Ara (dale la credibilidad que tú quieras), a los aficionados del Barça que fueron a ver el partido al Bernabéu les retiraron todas las estelades que los miembros de seguridad detectaron. O sea que, mentalmente, los esquizofrénicos mesetarios han pasado de negar el problema en redondo a querer atajarlo en medida de lo posible, incluso no permitiendo la exhibición de una bandera. Como veis, también se coló alguna que otra pero a mí, viendo el partido, ya me pareció raro no ver estelades.



Cuarto y definitivo síntoma de Esquizofrenia Mesetaria. La mierda mental que suelta la gente cuando ven un micrófono (preferiblemente de TV3). Ya no voy a dar ejemplos porque igual se me desgastan los dedos de tanto escribir, más vale que pongáis en YouTube "catalanes" y tengáis a la vez puesto Intereconomía en la tele (si es que todavía lo tenéis sintonizado). Si no os explota el cerebro, podéis continuar leyendo.

En general, es un discurso que se resume en "Yo es que construiría un muro como el de Berlín por toda la frontera con Catalunya para no verlos más. Pero seguirían siendo españoles, eh?" o el que se ha oído bastante estos días "Con quién iban a jugar la liga, ¿contra la Gramanet?". Quien dice esto, no tiene noticia sobre la NBA, la Ligue 1 de Francia y otras ligas deportivas de países que no contienen a gente afectada por este mal tipo de Esquizofrenia.

Haría un post más largo y elaborado, pero es hora de cenar. Ahora, las collejas.

domingo, 24 de abril de 2011

Haces zas y aparece a tu lado

Eso es todo amigos. Salíamos del examen de Control y Automatización Industrial y todos teníamos planes y objetivos de futuro para los días venideros de fiesta y desenfreno absolutos mientras nos desintoxicábamos de todo lo que habíamos estudiado los días antes.

Y en un pis-pas, haces zas y la uni aparece a tu lado. Escribo esto en Domingo de Resurrección, pero mañana me pasaré todo el Lunes de Pascua pensando que el martes tengo que volver a la acción y que he dejado de hacer (deliberadamente) tareas que debería haber hecho. Puede que me arrepienta de ello, pero sé que, en el fondo, yo habré tenido razón.

Es eso, tenía que reventar el SimCity y no lo he reventado (a cambio, he estado concentrado en otros videojuegos como el Commandos (el 1)); tenía que leer mucho y he leído poco y mal, tenía que quemar diversas ciudades con mis amigos y he vuelto a corroborar que a nuestros tiernos 22 años ya no estamos para trotes, tenía que salir a lo hardcore por Barcelona con los de la universidad y acabamos de barbacoa y jugando una partida de Trivial Pursuit a muerte, tenía que seguir tuneando mi calculadora Casio y ahí está cogiendo polvo, tenía que limpiar mucho y he limpiado poco, tenía que ir al gimnasio 3 veces por semana y he ido las habituales 2 veces por semana, tenía que celebrar una nueva Copa del Rey y al final nos dieron por el culo.

Sí, a mí también me parece que he desechado mi Semana Santa.

domingo, 17 de abril de 2011

... y el cántaro se rompió

Hoy me gustaría ponerme serio y reflexivo, pero es Semana Santa y mis neuronas están demasiado fritas como para hacerlo. Para algunas cosas, mi punto de vista es el correcto y no hay más que hablar. Tú no tienes razón, yo sí la tengo.

Quiero hablar de Spotify.



Hace un tiempo, una persona me dijo: "Oye, sabes que hay un programa en Internet en el que puedes escuchar toda la música que quieras, de cualquier (luego se vio que no) artista de gratis, sólo a cambio de oír y a veces ver unos anuncios?"
Yo contesté: "Fua, de puta madre, si me mandas la invitación perderé el culo para descargármelo". Efectivamente, la persona me envió la invitación y me lo descargué. A partir de entonces, si trazáramos una gráfica de mi uso del Ares (sí, lo admito), veríamos que cayó a mínimos históricos, pues sólo me tenía que bajar las canciones que VERDADERAMENTE quería tener.

Este programa, hizo que en vez de gastarme unos 170 Euros en toda la discografía de Moby, pudiera escucharla a cambio de lo mismo que hago cuando veo la tele. Los anunciantes todavía se creen que veo anuncios, lo único que hago es coger un libro (o cualquier otra cosa) y volver a sintonizar cuando la programación empieza. Al principio, bajaba la voz de los anuncios, luego ya me dio igual.

Un tiempo más tarde, los señores de Spotify pensaban que ya no hacía falta ser elististas, y decidieron abrirlo para todo el mundo. Mi cuenta la convirtieron en Spotify Free y los nuevos usuarios, sin invitación, tendrían Spotify Open; que está limitado a 20 horas de audición al mes. Si me preguntas a mí, estas cifras pueden estar "bien" en un mes normalito, pero en época de exámenes, las 20 horas de las pules en 4 días (5 horas al día mientras estudias). A los del Free, el servicio siguió siendo como siempre había sido, con lo cual no me rasgué las vestiduras.

Llegó el año 2011 y los señores de Spotify vieron que en vez de ordeñar a la vaca a la vieja usanza, podían prensarle las ubres y así la leche saldría mucho más rápido y sin tantas chorradas. Y efectivamente, es lo que se disponen a hacer desde este mes de Mayo. Me salto la palabrería para copypastear lo importante:


Here’s how the changes will work:
* New Spotify users will be able to enjoy our unrivalled free service as it is today for the first 6 months.
* As of May 1st, any user who signed up to the free service on or before November 1st 2010 will be able to play each track for free up to a total of 5 times. Users who signed up after the beginning of November will see these changes applied 6 months after the time they set up their Spotify account.
* Additionally, total listening time for free users will be limited to 10 hours per month after the first 6 months. That’s equivalent to around 200 tracks or 20 albums.

Así es como los cambios irán:
* Los nuevos usuarios de Spotify serán capaces de disfrutar nuestro servicio gratis sin igual como lo es hoy durante los 6 primeros meses.
* Para el 1 de Mayo, cualquier usuario que se haya suscrito al servicio gratis en o antes del 1 de Noviembre de 2010 será capaz de reproducir cada pista hasta un total de 5 veces. Los usuarios quienes se hayan suscrito después del inicio de Noviembre, verán estos cambios aplicados a los 6 meses después de que se hayan hecho su cuenta de Spotify.
* Adicionalmente, el tiempo total de reproducción para los usuarios gratis estará limitado a 10 horas al mes después de los 6 primeros meses. Eso es equivalente a 200 pistas ó 20 álbumes.


¿En serio nos creéis tan gilipollas? ¿10 horas al mes? ¡Eso lo consumo yo en dos días en época de exámenes!

Ya sé lo que estáis pensando: "Hazte premium". No me sale de las pelotas hacerme premium porque sé que lo que voy a escuchar vale exactamente lo que vale un solo anuncio y porque si, por cualquier motivo, no "amortizo" el dinero que me han cobrado, no me estará saliendo bien de precio a mí, que sería el cliente. Así es como las radiofórmulas han funcionado toda la vida y no veo que les vaya mal del todo...

Veamos... cuando Spotify empezó, también había cuentas gratis. ¡Y habían muchos menos usuarios que ahora! En cambio, ahora, cuando más usuarios hay es cuando menos rentable es el negocio? Llámame raro, pero aquí hay algo que no me cuadra, en el 99.99% del resto de negocios del planeta esto funciona al revés.

También sé lo que me diréis ahora: "Las cuentas gratis no salen a cuenta a los artistas." Ajá. Ahí es donde está la madre del cordero. Spotify empezó siendo una alternativa legal a un mundo en plena transformación como es el de la música (y más bien, el de las discográficas); pero ahora Spotify no será si no otro aliado de los grandes sellos que se resisten a cambiar su modelo de negocio, y de las estrellas que NECESITAN vivir en Miami en las grandes mansiones de Cayo Vizcaíno para salir de gira una vez al año.

Esperad, que en un alarde de videncia también sé lo que me diréis ahora: "Es que si no, no podrán crear nueva música para ti." Cuando la música se vendía en casettes y era necesario salir de conciertos para ganarse el jornal, bien que lo hacían.

Spotify... fue bonito mientras duró. Una vez haya agotado mi ciclo de 5 canciones con mis canciones favoritas (soy muy de escuchar las mismas canciones todo el rato) será la hora de girar la vista hacia otra alternativa. Quizá con la próxima tengamos más suerte.

jueves, 14 de abril de 2011

DesControl

Hubo un tiempo, en la lejanía, en la que yo era una persona normal entre muchas comillas. Llevaba una vida absolutamente normal, en la que siempre había un hueco para encontrar un diseño creativo para una terminal de aeropuerto en SimCity o dar una réplica ingeniosa en los foros de Simtropolis.

Llegaron los exámenes (sin notas por el momento) y los afronté como era habitual. Pero fue más tarde cuando se me hizo de noche. Llevo una semana de mierda en la que apenas he comido en casa, me he alimentado casi exclusivamente de Red Bull (¿para cuando cafeína en cápsulas marca UPC?) y mi actividad en mis páginas web habituales ha descendido a niveles que hacía mucho tiempo que no se daban. De hecho, este nivel de estudio masivo hacía mucho tiempo que no se daba. ¿La razón? Control y Automatización Industrial.

En palabras llanas, he (hemos) tenido que aprender en una semana lo que no hemos aprendido en 2 meses. El Plan Bolonia dicta que un cierto porcentaje de horas de una asignatura, normalmente en torno a un 60% de la carga lectiva, las tiene que hacer el alumno por su cuenta (otra brillante idea del Plan, vamos) y eso hace que si has ido dejando esta asignatura para prestar atención a otras más importantes, véanse Ingeniería Térmica y Estadística; pues lo tienes que hacer todo antes del examen.

En concreto, digamos que nos tenemos que chupar autónomamente 42 horas de estudio de la asignatura (sí, yo también pondría un signo de exclamación) y es muy probable que el número de horas dedicado antes de esta semana tendiera a 0 en la mayoría de casos.

Durante esta última semana hemos pasado de no saber nada a poder presentarnos al examen con posibilidades hasta de aprobarlo y todo, pero poco a poco, he ido notando los efectos del cansancio intelectual y de no dormir las horas suficienes.

El lunes me motivé como un loco porque no tenía ni la más mínima idea de nada. La mañana del lunes la perdí intentando comprender qué estaban viendo mis ojos y por la tarde adquirí una base para hacer ejercicios.
El martes, mientras los demás estudiaban un poco de Sistemas Electrónicos, yo seguí estudiando Control, porque seguía bastante pez. Descubrí nuevos conceptos que creía inexistentes por la mañana, y por la tarde me arriesgué a no hacer Sistemas Electrónicos.
Por la noche, estudié una hora de esta asignatura para el examen del miércoles, que podría decir que ha sido uno de los exámenes más rentables (horas dedicadas/éxito obtenido) que he hecho en mi vida. También tengo que decir que la llevaba bien. La tarde del miércoles, me motivé con Control, pero bastante menos.
Jueves, hoy, he notado un buen bajón intelectual; quiero pensar que por la falta de Red Bull en mi organismo durante más de 24 horas. Mi rendimiento de hoy ha sido bastante inferior al de los otros días aún y de haber ido a Terrassa con la intención de echar el resto.

¿Mañana por la mañana? Os describiré la situación, algo que se repite examen tras examen que hacemos a las 11. Llegaré en torno a las 7:45 y habrá un par de compañeros repasando los últimos conceptos. Iré a uno de ellos a que me resuelva las últimas dudas (que en este examen son todavía demasiadas). Llegarán unos cuantos más y poco a poco mi atención se irá distrayendo al corrillo que siempre montamos antes del examen, es como "La Previa".

Se irán añadiendo personas al corrillo hasta llegar a ser en torno a 8 personas. En un momento de lucidez, abriremos una ronda de preguntas que pueden caer en la parte de test; siguiendo mi tradición personal de mirar la teoría los momentos antes. SIEMPRE aparece algo que me acabo de mirar.

En torno a tres cuartos de hora antes, saldremos del Aula de Estudio en dirección al aula del examen. Esperaremos media hora en el pasillo, algunos todavía repasando la teoría, y a menos cuarto, un bedel vendrá a abrir la puerta. Se hará la estampida y ocuparemos las mesas de la zona de tres cuartos del aula. No muy atrás, porque suele pasar que los profesores te obligan a ir a la primera fila si estás de los últimos. Más corrillos hasta que entran los profesores con un mazo de papeles bajo el brazo.

Tres horas después, estaremos planeando durante un laaaaargo rato qué haremos por la noche. Creo que, sólo por esta semana, ya me lo he ganado.