¡Qué bonito es Sant Jordi! Quitando Navidad y esas cosas, sin duda es mi festividad favorita, por el mero hecho de que haya libros de por medio. Una rosa para ellas, un libro para ellos y viceversa... Es un día al año (solo un día, por desgracia) en que se compran libros con alegría. En mi caso, es una excusa para comprar un libro (otro). Esta tarde me tiraré a la calle, en busca de paradas de libros donde tengan el que estoy buscando y que irremediablemente tendrá que esperar hasta que me termine el que estoy leyendo ahora.
Es una fiesta que me gusta, muy nuestra, muy catalana. De vez en cuando no viene mal analizar de donde venimos (y a dónde vamos). Hay otras fiestas que diversos colectivos intentan eliminar (Sant Joan, la Diada, San Valentín etc.) pero no conozco ningún colectivo en contra de Sant Jordi. Quizá sea que porque no se hace daño a nadie e incluso se beneficia a los libreros y floristas. Y ya de paso, nos beneficiamos todos.
Es una fiesta que me gusta, muy nuestra, muy catalana. De vez en cuando no viene mal analizar de donde venimos (y a dónde vamos). Hay otras fiestas que diversos colectivos intentan eliminar (Sant Joan, la Diada, San Valentín etc.) pero no conozco ningún colectivo en contra de Sant Jordi. Quizá sea que porque no se hace daño a nadie e incluso se beneficia a los libreros y floristas. Y ya de paso, nos beneficiamos todos.
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