martes, 30 de diciembre de 2008

NuevaNocheVieja: balance

Ya llega, amigos, se acerca la hora. Mañana a estas mismas horas (23:14), estaré seguramente arreglándome o como quieras llamarle. No lo voy a llamar "ponerme guapo" porque sería hablar de cosas imposibles además que este no es un blog de humor. Digamos que estaré adecentándome, montando un simple disfraz con el que pasar desapercibido en beneficio de la mayoría.

Como veis, no estoy muy animado estas fechas; tengo más la cabeza en el día 8 de enero que no en lo que se avecina estos días. Sí, amigos, parece increíble que dentro de nueve días tengamos el temible (aunque Talismán) examen de Mecánica. Tengo miedo. Estoy acojonado, y no solo por la inminente celebración que tenemos en puertas, si no por los exámenes. Dicen que cuanto más alto vuelas, más dura es la caída. En los parciales saqué notas decentes que a priori, allanarían el camino al aprobado. Pero ahora tengo miedo de joder la situación, de tirar por la borda todo el trabajo hecho hasta ahora por un mal día. Si estuviera en malas condiciones, iría a remontar y punto, no tendría nada que perder. Pero ahora sí, cuatro asignaturas (cinco si nos ponemos quisquillosos) dependen de lo bien que esté durante este enero. Por eso tiemblo.

Fijaos si tengo la cabeza en los exámenes que apenas he hecho retrospectiva del año. Iba a hacerla hoy, pero he tirado por el tema más recurrente. Será porque es duro hacer retrospectiva de este año, me duele hacerla, pero supongo que hasta que no la haga no me quedaré tranquilo.

Enero fue un mes duro, fue mes de exámenes finales y fue mes de suspensos, oscuro y triste. Días sin esperanza, días de laissez-faire, esperando sin duda a la matrícula para el segundo cuatrimestre. Cuatri nuevo, vida nueva. Por suerte, en este mes fue cuando pude disfrutar de los últimos momentos con alguien con quien no he podido disfrutar nunca más, desgraciadamente.

Vino febrero, fueron días muy turbulentos entre la Super Bowl XLII y San Valentín. No fueron mis mejores días, el momento de euforia se situó cuando me di cuenta que había aprobado Estática y Dinámica. Como dirían en Els Matins de TV3, "un brindis al sol".

Marzo fue uno de los meses más duros de mi vida. Yo, al igual que mis amigos, nos vimos abocados de pronto a la vida real. A la muerte. Al eterno adiós. Al nunca más. A la tristeza. A la lucha interna de cada uno, diez guerras internas que no sé si dejaron víctimas; pero sí una larga reconstrucción donde ni Halliburton ni Ferrovial tienen nada que hacer. Paradójicamente, fue en este punto cuando las cosas comenzaron a "arreglarse" si puedo llamarlo así.

No te olvidamos. Nadie te ha olvidado.

Paso a abril, época de cumpleaños y de reuniones de desconocidos, como aquél que dice. Demasiados recuerdos aún presentes, aunque al menos el sol primaveral comenzaba a despuntar.

Mayo y junio, orientados a los exámenes finales. Fueron los "meses fluorescentes" porque fue la época en que más rato he estado encerrado en la Academia, cursando tres asignaturas a la vez. Por tanto, mi vida exterior se fue deteriorando, esta no fue la única causa, pero mi vida social se cayó a pedazos estos meses durísimos. Más que nunca, Industriales se convirtió en una tarea más psicológica que de estudio.

Llegaron los parciales del segundo cuatri y con ellos las cábalas y elucubraciones, cuentas y recuentas para llegar a la conclusión de que aprobaría tres asignaturas de las cuales repetía las tres. Se me seguía atragantando Álgebra, pero me compensaba pensar que los "meses fluorescentes" habían valido la pena.

En esta época llegó la Crisis, si no recuerdo mal. Los indicadores eran malos y Zapatero mentía como un bellaco, pero fue en este punto de no retorno cuando la crisis comenzaba sólo a intuirse. No teníamos ni idea de lo que nos esperaría; pero la primera señal fue que en verano no hubo trabajo, por tanto no hubo dinero. De todos modos, recuperé a personas que habían abandonado el tren meses e incluso años atrás. Son noches de helados nocturnos a la brisa veraniega, de tímidos encuentros, de coches, de escapadas casi clandestinas a la playa. La Noche de los Tíos fue el detonante (descrita en una entrada en el blog de julio o junio). Me pregunto qué habría pasado si hubiera declinado esa oferta, por otro lado indeclinable.

Agosto, el esperado desde hacía meses. Tengo la suerte de tener la capacidad para haberme tomado unos días en Nueva York, he hablado largamente de esta época en este blog, así que no me extenderé mucho. Descubrí que vuelvo a tener una segunda casa, después de haber perdido la de Málaga por motivos que no vienen a cuento.

Bienvenidos a las asignaturas de segundo cuatri en septiembre. Empezaba una nueva era, por asuntos de matrícula estoy en otro grupo, en otra clase y con otra gente. Nunca he llegado a congeniar totalmente con ellos, en parte porque me siento en una esquina de la clase. Pero bueno, tarde o temprano tenía que pasar. Lo malo de quedarte rezagado es que tienes conocidos en todos los grupos y en todos los estamentos sociales. Pero ningún amigo.

Octubre, noviembre, meses de mirar a los exámenes parciales. Sin puentes, sin fiestas. Un objetivo común; conseguido tarde, mal y a rastras, pero conseguido. Se acabó la vida social más allá de Terrassa.

Diciembre con su Navidad... ved últimas entradas.

Esta vez, claramente deseo un nuevo año mejor que 2008, ya que éste ha dejado bastante que desear en todos los aspectos. Insisto en que no creo en los horóscopos, pero por casualidad tropecé con uno en que destacaban Aries como el signo al que le irá mejor el nuevo año. Espero que tengan razón.

Y a los demás, con una copa de cava catalán en la mano, también os deseo feliz año nuevo 2009, si sobrevivís a la NocheVieja.

[CANCIÓN DEL DÍA = "Canción Sin Retorno" de M-Clan, incluída en el álbum "Coliseum".]

No hay comentarios: