No, esta vez no voy a hablar de canciones como en "Sesión Aleatoria" si no que me voy a permitir el hablar durante un rato de mis nuevos altavoces.
No es que sean ni muy buenos ni muy caros. De hecho, son 2.1 (dos satélites pequeñitos y un subwoofer) , igual que los antiguos pero hay una diferencia bastante grande. Digamos que los antiguos tenían el problema de que si movías medio milímetro la ruedecita de volumen, el sonido dejaba de escucharse bien y sólo se oía (flojito) por alguno de los dos canales. Había que ajustar la ruedecita con esmero durante unos minutos y ni se te ocurra tocarla. Por tanto, si quería escuchar alguna canción más alta de lo que me lo permitía el control deslizante del iTunes o ver algún vídeo con más volumen de lo que me permite el control del Youtube; tenía que joderme y aguantarme.
Se acabó este problema, me lié la manta a la cabeza y tras hacer la típica comparación calidad/precio/características/estética, me fui a casa con mis nuevos altavoces envueltos en una caja enorme.
Tras la instalación y los imprescindibles problemillas técnicos resueltos en un par de minutos; puse a prueba los altavoces con el fragmento "Lux Aeterna" de la banda sonora de Réquiem por un Sueño (no he visto la peli pero me encanta ese fragmento). Es una canción muy potente, preciosa; apta para subir el control a tope y disfrutar de ella.
En resumen, por fin puedo disfrutar del gustazo de poner la música muy alta en los altavoces, aunque sólo sea por un rato; lo que me ha hecho llegar a una de las conclusiones de la semana: "El acceso a la música debería ser un derecho constitucional."
[CANCIÓN DEL DÍA = "Lux Aeterna" compuesta por Clint Mansell y tocada por Kronos Quartet, comprendida en el álbum de "Requiem for a Dream".]
No es que sean ni muy buenos ni muy caros. De hecho, son 2.1 (dos satélites pequeñitos y un subwoofer) , igual que los antiguos pero hay una diferencia bastante grande. Digamos que los antiguos tenían el problema de que si movías medio milímetro la ruedecita de volumen, el sonido dejaba de escucharse bien y sólo se oía (flojito) por alguno de los dos canales. Había que ajustar la ruedecita con esmero durante unos minutos y ni se te ocurra tocarla. Por tanto, si quería escuchar alguna canción más alta de lo que me lo permitía el control deslizante del iTunes o ver algún vídeo con más volumen de lo que me permite el control del Youtube; tenía que joderme y aguantarme.
Se acabó este problema, me lié la manta a la cabeza y tras hacer la típica comparación calidad/precio/características/estética, me fui a casa con mis nuevos altavoces envueltos en una caja enorme.
Tras la instalación y los imprescindibles problemillas técnicos resueltos en un par de minutos; puse a prueba los altavoces con el fragmento "Lux Aeterna" de la banda sonora de Réquiem por un Sueño (no he visto la peli pero me encanta ese fragmento). Es una canción muy potente, preciosa; apta para subir el control a tope y disfrutar de ella.
En resumen, por fin puedo disfrutar del gustazo de poner la música muy alta en los altavoces, aunque sólo sea por un rato; lo que me ha hecho llegar a una de las conclusiones de la semana: "El acceso a la música debería ser un derecho constitucional."
[CANCIÓN DEL DÍA = "Lux Aeterna" compuesta por Clint Mansell y tocada por Kronos Quartet, comprendida en el álbum de "Requiem for a Dream".]
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