Hoy no voy a hablar de una sola persona, si no de dos o tres en particular. Me refiero a los pocos profesores que conozco porque me han dado clase o simplemente, porque los conozco; con los que alguna vez he coincidido en el tren.
Sí, es muy raro estar sentado al lado, o cerca de alguno de ellos. Depende de la hora, alguno que otro prescinde del coche (no sea que acabe lleno de rayazos) y viene en tren, incomodando a sus ex-alumnos, alumnos o futuros alumnos. Es toda una odisea venir con uno de ellos en el tren, porque al menos yo, me siento totalmente coaccionado, ortopédico, artificial... no soy yo.
Recuerdo que hará un par de cuatrimestres, la profesora de informática venía en el mismo vagón donde quedábamos, y nos tocaba informática a primera hora (ella subía con el servicio Ambicia't y nosotros a pie, por eso ella llegaba antes). Normalmente ese día por la mañana soltábamos pestes de la clase y los profesores de informática, pero con ella delante... se acabó la conversación. Teníamos que buscar temas alternativos como la NFL, ¿qué tal el finde? o el último partido del Barça. Para mí es angustioso.
Por no hablar de lo raro que se hace ver a un profesor fuera de su contexto habitual, que es el aula o el departamento. En el aula, él o ella tienen el poder y son los que decidirán si apruebas o si te pasas a Ingeniería Técnica. Subidos a un tren, todos somos unos Don y Doña Nadie, todos movidos por la misma electricidad y todos impulsados por las mismas ruedas. Todos iguales; sin títulos, sin poder, sin superioridad, (a priori) sin autoridad tampoco. Pero luego nos veremos las caras en clase.
Con esto no estoy lanzando un manifiesto comunista, si no que simplemente, si tu eres el jefazo supremo de una multinacional, irás con tu BMW Serie 7 a todos lados, pero como hoy tengas que dejar el coche en taller, sólo sabré que eres jefazo por el corte de tu traje Emporio Armani y ni esto porque no entiendo demasiado de moda. Serás igual que los esforzados UPCeños o los aún más esforzados inmigrantes que cogen el tren al amanecer, o las niñitas pseudopijas que bajan a un Bershka de Barcelona a comprarse modelitos. Habrás pagado una cantidad inhumana por un billete de FGC y te sentarás en el mismo asiento donde miles de personas se han sentado antes (y donde han vivido sus historias).
Todos iguales hasta la siguiente estación donde todos volveremos a nuestro entorno y a nuestro lugar de pertenencia y volveremos a sentirnos nosotros mismos.
[CANCIÓN DEL DÍA = "Feel" de Robbie Williams, incluída en el álbum "Escapology".]
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