viernes, 8 de agosto de 2008

Mama, de mayor quiero ser neoyorkino!

Obviamente, no dejaria atras el Rubi de mi infancia y adolescencia, pero ahora por ahora, no puede haber sitio mejor. Antes llamaba osados a los que la llamaban capital del mundo... ahora estoy casi por darles la razon (y no solo por el edificio de las Naciones Unidas).

Aun no me puedo creer que haya pasado dos dias en Nueva York (a pesar de los ronquidos de mi madre y de la falta de acentos y otros caracteres ortograficos en mi teclado) pero es cierto. Llegue ante ayer pero parece que lleve anyos alojandome y paseando por aqui.

Anteayer fue un dia muy largo. Me levante a las seis y esperamos al taxi que nos llevo al Prat. Ahi, esperamos bastante rato hasta que facturamos las maletas (nos equivocamos de mostrador y las facturamos en el de clase business). A esperar mas y a pasar por 2x10^21 arcos de seguridad antes de seguir esperando para pillar el avion de Paris. En el avion, un gordo cabron con su iPod a toda hostia me obligo a tener que ponerme el mio para no tener que oir su mierda de musica. Lo primero en sobrecogerme no fue Nueva York si no el aeropuerto Charles de Gaulle de Paris, enorme por dentro, tiene hasta un monorrail. Esperamos cuatro horas mientras comiamos hasta pillar el avion de Nueva York. Dentro, un monton de jovenes de mi edad iban de fin de curso y parecian tener fobia a sus asientos, todo Dios iba de pie mientras hablaban en tipicos corrillos. Horrible, pero no lo suficiente para mi.

Una vez al otro lado del charco, el funcionario de inmigracion (un negro llamado Small) se apiado de nuestras almas y nos dejo pasar tras comprobar que todos los papeles (rellenados por mi) estaban en regla y pillarnos las huellas de los dos dedos indice y ademas, hacernos una foto con una webcam para que-se-yo que archivo de Seguridad Nacional.

La llegada a Manhattan (a eso de las siete y media de la tarde), en un microbus de la companyia que tenia que recogernos. Muchos baches en la autopista Van Wyck y muy caro el peaje del tunel Midtown-Queens, pero bueno. Ya en el hotel, sorpresas (positivas y negativas) una detras de otra. Por una parte, un hall espectacularisimo (vedlo en el link) y una ducha digna del mejor maestro de acertijos; que es la primera muestra de que este pais es raro de cojones.

Fuimos a cenar a una plazoleta cuatro pasos al lado del hotel y volvimos para empezar a dormir lo que serian las 5 de la manyana hora espanyola.

Al dia despues, ruta en autobus por Manhattan, desde Harlem a Battery Park, completito. Por la tarde, previa comida en el McDonald`s a una manzana de la Zona Cero, Metro hasta arriba, para ver los museos por fuera y destrozar nuestros pies en Central Park. Dakota, Lincoln Center (en obras) y por ultimo, acabamos en Times Sq., algunas compras a la sombra de los neones del Virgin Megastore y ya directos al hotel. Una verdadera petada.

De momento, esta manyana se ha saldado con la visita al edificio de las Naciones Unidas con un desayuno en uno de los millones de Starbucks que hay por aqui, cosa que por una parte me hacia bastante ilusion. Ahora estoy en la Public Library escribiendo esto y esta tarde mi madre arrasar la Quinta Avenida dejando la tarjeta de credito de papel de celofan. Ya veremos.

Enzo, estoy flipando!

[CANCION DEL DIA = "New York City" de Emigrate, incluida en el album "Emigrate"]

1 comentario:

Anónimo dijo...

je je, te confieso que entré a este blog buscado otra cosa y me quedé leyendo tus historias de vida, mas precisamente las relacionadas con tu viaje a la "ciudad que nunca duerme", como vos la llamás. Tus descripciones de Nueva York son buenas, y las encuentro divertidas pero a la vez serias y precisas...En este momento en que estoy escribiendo esto son las dos de la mañana en mi país, es decir que no tengo demasiado tiempo para leer todos tus escritos pero trataré de hacerlo...seguí así...