sábado, 21 de marzo de 2009

Un Año

No sé cómo empezar este post, y eso es algo que rara vez me sucede. Quizá sea porque el tema es cualquier cosa menos cómodo de tratar. Debería decir que pido perdón por adelantado si alguien se ofende durante los siguientes párrafos, pero también que debe respetar mi opinión.

Hace un año, las circunstancias me forzaron a dejar de ser agnóstico para volverme ateo. Ya dije en su día que si existiera Dios, no se hubiera llevado a una persona de la forma que lo hizo y a la edad a la que lo hizo. Y si realmente Dios existe, no me da la gana en creer en un ser tan despiadado; lo siento.

Recuerdo con gran lucidez todos aquellos días previos al fatídico 21 de Marzo; los diez días que nos encogieron el corazón y que hicieron tambalear nuestro sistema de valores y nuestro modus vivendi. Aprendimos que la muerte te puede sorprender en cualquier parte, incluída una pista forestal; no necesariamente se tiene que tener una enfermedad grave o ser viejo para morir.

Recuerdo aquellos monitores llenos de números y gráficos de colorines; por los que hubiera pagado un potosí por entenderlos. Recuerdo aquel pasillo repleto de enseres sanitarios, un largo y lángido camino hacia el ventanuco por el que desfilamos todos aquellos que te queríamos. Recuerdo la sala de espera silenciosa por la mañana, abarrotada de gente por la tarde. Recuerdo las insistentes llamadas a mi móvil mientras atendía a mi clase de Química I, ajeno a todo lo que había sucedido las horas previas. Recuerdo el consuelo que me supieron dar todos los que me rodean y los que me rodeaban entonces. Recuerdo la piña que fuimos todo el grupo, apoyándonos los unos en los otros como piedras en un arco arquitectónico. Recuerdo el contraste entre el sol de fuera y la oscuridad de la sala donde te vi por última vez. Recuerdo el ruido de docenas de pasos detrás del transporte del ataúd. Recuerdo el negrísimo humo de la chimenea del tanatorio, como corroboración de que hasta entonces los días previos no habían sido una broma de cámara oculta bastante cabrona.

Muchas cosas han cambiado desde entonces, otras siguen igual. Por suerte, la mayoría de nosotros sigue sus estudios y trabajos sin novedades relevantes; aprobando todos excepto yo que tengo pie y medio fuera de la universidad. Vuelvo a estar sin una chica al lado, pero con varias personas que no podrían proporcionarme lo que ella; pero que proporcionan otras muchas cosas buenas. También espero poder hablar de mis errores cometidos otro día.

Hoy, un año después, nos reuniremos todos; o al menos aquellos que tienen interés en no olvidar su pasado más próximo; y te recordaremos con aún más intensidad de lo hacemos día a día por haber pasado 365 días desde entonces. Brindaremos como solemos y como te hubiera gustado hacer, no sé si por tu alma, por tu recuerdo o por la huella que has dejado en vida en cada uno de nosotoros. Pero brindaremos.

Quizá me han quedado muchas cosas en el teclado por decir o bastantes otras que me he callado; estoy seguro que éste no ha sido el mejor post de mi vida y que me he quedado con ganas de expresar más. Pero ésta ha sido la única forma que he tenido de plasmar lo que pienso, una forma más de poner el hilo quirúrgico en la aguja y empezar a cerrar la herida. Lo hago cada vez que miro tus fotos y pienso en los recuerdos que tengo de ti.

Utilizando un símil arqueológico; no debemos tapar tu hueco en nuestros corazones si no cuidarlo, limpiarlo, protegerlo y darle un mantenimiento para preservarlo del olvido que sólo sufriremos cuando el alzheimer venga a por nosotros. Porque esta es la única forma de que sigas vivo.

[CANCIÓN DEL DÍA = "Réquiem" de Stravaganzza, incluída en el álbum "Tercer Acto: Réquiem"]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te comente hace un tiempo que te seguía a menudo. Y todavía hoy lo hago.


No conozco tu historia. Apenas sé que compartimos nuestra ciudad. Rubí. Aunque yo estoy en Irlanda. Pero te tengo que decir que hoy me has emocionado.

Me ha gustado mucho este post. Felicidades. Sobretodo por sentir y por compartirlo con todos los que como yo te leemos.

Daniel Alarcón dijo...

Gracias, Ireland Visitor. Simplemente, estos días ya estaba harto de estar callado. Puedo no hablar en este blog de los asuntos de actualidad sobre los que todo el mundo tiene opinión; pero no sobre algo que siento.

Ya sabes que no ha sido un post muy en mi línea, pero bueno, con este tema siempre se tienen que hacer excepciones.

Gracias por visitarme y sigue haciéndolo, ¡aunque sea con un vaso de Guiness en la mano!