miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Casa? ¿Qué casa?

Aún no sé como me atrevo a llamar casa a estas cuatro paredes que me rodean. Si no fuera por que mi familia y mis cacharros están entre estas paredes, poco parecído tendría con una casa la verdad. Vengo para lo justo: cenar, cagar y dormir. Algunos días navego por Internet o leo y poco más. Ahora mismo debería estar estudiando, pero quiero disfrutar de mi casa, al menos hoy que tengo suficientes horas libres como para bajarme a Rubí.

Anteayer me torcí el tobillo y dolió que flipas. No pasó de ahí, pero tenía miedo de que se me esguinzara del todo así que el día siguiente (ayer) salí algo más temprano y me metí en la Mútua. Me lo vendaron y tal, lo típico. Ya no duele tanto, sólo si hago gestos que se salgan de la normalidad, aunque tampoco me atrevo con gestos extremos.

Por otra parte, la otra gran noticia fue que estuve viendo los dos primeros capítulos de Héroes, aún calentitos desde los estudios de la NBC. Los de Seriesyonkis tienen el detalle de ofrecerlas, con una calidad de imagen digamos vomitiva en una pantalla demasiado pequeña para lo que estamos acostumbrados, pero lo importante es la historia, y ¡vaya si la está habiendo! Creo que ahora mismo los fans de la serie mataríamos por ver un par de capítulos más, sin exagerar.

Pues eso, me voy a comer en mi casa... ¡comer en mi casa, yo que me sale la comida del tupper por las orejas!

[CANCIÓN DEL DÍA = "The Day That Never Comes" de Metallica, incluída en el álbum "Death Magnetic".]

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