lunes, 10 de diciembre de 2007

La vuelta del hijo pródigo

Ya es oficial, he estado días esperando poder escribir estas palabras, pero ahora sí que sí. Alonso vuelve a Renault, la que tanto él como sus seguidores consideran "su casa".

Como siempre, intentaré enfocar el asunto desde varios puntos de vista, sin perder el mío propio que es el de un ferrarista acérrimo que espera verle caer el año que viene. Al menos, las cosas tendrán que mejorar mucho técnicamente en Renault si quieren ganar el campeonato, porque todos pudimos comprobar el rendimiento de los anglo-franceses el año pasado. El primer piloto, G. Fisichella, hizo por lo general, papeles discretísimos, viéndose superado contínuamente por su compañero de equipo y novato H. Kovalainen. Si pasa esto, es que algo no furrula bien.

Los de Renault perdieron la gloria que les trajo Alonso hace dos años e incluso les superó BMW Sauber en cuanto a rendimiento (las dos escuderías han hecho méritos para que esto pase).

Ahora las cosas se supone que cambiarán, y tengo la certeza de que sí. Me sabe mal decirlo, pero Alonso preparará muy bien el coche, en la actualidad no tiene rival para estas cosas (quitando a M. Schumacher que hace lo propio en Ferrari). Hay que añadir que éste año se conducirán los coches sin ayudas electrónicas ni control de tracción, cosa que aumentará la brecha entre los buenos y los mediocres. Aquí pueden pasar dos cosas: 1) Que al parecer tan bueno Alonso se adapte sin problemas dejando a los otros atrás; 2) Que no se adapte y se vea clarísimamente superado por los pilotos que vienen de GP2 y que tienen experiencia en conducir monstruos similares sin control de tracción (Hamilton, Kovalainen, Rosberg, Villa, Nelsinho Piquet...)

¿Qué pasará en McLaren? Ya no se habla de el cisma que provocó Alonso y que podía dividir a la escudería entre Mercedes y los nuevos venidos Prodrive. Hay verdaderas cábalas para ver quién ocupará los asientos libres y De La Rosa aparece en todas ellas. Por fin podrá demostrar su valía (o su ineptitud, depende).

En cuanto a Ferrari, siguen a su bola. Schumacher sigue probando el coche y la escudería sigue desarrollando para el año que viene. Han adoptado una línea de matarlas callando y no meterse en camisas de once varas, que personalmente me gusta mucho; ya que todos sabemos como es la prensa española. No tengo duda de que la temporada próxima se plantearán dar guerra a Alonso y su flamante Renault.

Ahora también pienso en aquellos que guardaron la gorra azul celeste de Alonso en el fondo del armario (no la tiraron) y se compraron la plateada de McLaren. En su día me reí porque los timaron. De hecho, para no sentirse así, siguieron llevándola pero ya no era lo mismo. Ahora está en el tejado de los patrociandores de Renault (y más en concreto en ING Direct "tu otro banco") decidir qué colores llevarán los españolitos zombificados formulaunísticamente la próxima temporada. Al menos, que les hagan un favor (que los precios suben mucho) y pasen de nuevo al color azul celeste de Mild Seven aunque Mild Seven ya no ponga dinero para ello.

Y yo con el mono de fórmula 1...

[CANCIÓN DEL DÍA = "Bat Country" de Avenged Sevenfold, incluída en el álbum "City of Evil".]]

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