viernes, 13 de junio de 2008

El Fracaso

Ya no me cabrea Fracasar porque si lo hiciera, ya me habría convertido en el Increíble Hulk. Estoy Fracasando en todas y cada una de las metas en las que tenía la vista puesta, en todo aquello que da sentido a mi vida.

El Fracaso de mi vida afectiva es sólo comparable al Fracaso de mi vida académica. Castillos de naipes (españoles o franceses, lo mismo da) que caen sin que nadie zarandee la mesa, sólo porque la base está construida por el mismo chapuzas Fracasado de siempre.

Mi memoria y mi inteligencia han sido la pistola en sus respectivos campos. Mi idiotez ha sido el dedo que pulsa el gatillo. Una vez yaciendo en un hipotético suelo, envuelto en un hipotético charco de sangre que ya no podré donar a Banc de Sang i Teixits, creo que me he ido, poco a poco, quedando sin objetivos que me motiven a largo plazo, creo que ya no queda ninguno. Sólo las vacaciones de éste año podrán decir algo y no creo que digan demasiado.

He Fracasado en mi intento de ser mejor persona, mejor amante, mejor hijo, mejor amigo, mejor estudiante... Pero aunque no tan preocupantemente, también he Fracasado como mejor viajero, mejor vecino, mejor televidente, mejor radioyente, mejor lector, mejor consumidor, mejor internauta, mejor blogger... estoy abonado al Fracaso.

El Fracaso es una rutina, y me doy cuenta de ello porque cuando la mediocridad sale a relucir en mi vida, es todo un subidón de adrenalina. Sacar un 4,4 en Química I fue todo un subidón en su día, cenar con personas a las que llamo "amigos" también fue motivo de satisfacción, cuando lo normal sería que no lo fuera. Hasta he Fracasado en el intento de que el Fracaso se cebe conmigo.

Recuerdo que el año pasado, ganar un premio por mi Treball de Recerca inició toda una regeneración, no sólo en mi vida si no incluso en mi propio hogar; fue el primer peldaño para salir de un agujero en el que todo estaba sumido. Ahora todo es al revés, voy bajando uno a uno los peldaños para bajar al pozo de nuevo. La diferencia es que no me darán ningún premio por haber Fracasado en los proyectos de la universidad.

Todas mis creaciones podrían ir a parar al cubo de la basura (o mejor, al del reciclaje). Esta misma entrada Fracasada es uno (otro) de mis infumables pedazos de mierda cibernética con el que algunos yonkis de la red toman su dosis autodestructiva diaria. Tened cuidado, a lo peor el Fracaso se contagia y luego la liamos. Pero no solo mis blogs. Hostié a mi nueva calculadora Casio y la convertí en un amasijo inservible de silicio y plásticos, otra muestra de mi Fracaso y del éxito de Casio por haber conseguido introducir un aparato de éstos en el bolsillo de todo estudiante de ingeniería.

Mis pósters Fracasados caen de mis paredes Fracasadas; mis programas Fracasados se cuelgan cuando un Fracasado los ejecuta. Mis Fracasados soldados de videojuego caen descabezados en el campo de batalla gracias a un general demasiado Fracasado para pasar de nivel. La bola Fracasada se cuela por el agujero porque el Fracasado que hay en los flippers lo será siempre.

No deseo que haya un Reino de los Fracasados, porque al segundo día me derrocarían por ser demasiado poco Fracasado para ser el rey.

Me he fallado, te he fallado, le he fallado, nos he fallado, os he fallado, les he fallado. Creo que incluso podría haber Fracasado en mi indeseado intento de fallaros.

[CANCIÓN DEL DÍA = "Macht Und Dummheit" de In Extremo, incluída en el álbum "Mein Rasend Herz".]

No hay comentarios: