viernes, 19 de junio de 2009

Operación Big Ben (Parte II)

Tengo ganas de pirar ya.

Hoy ha sido un día de perros: me he cargado una parte de mi ordenador grande, la tienda a la que lo llevé la otra vez ya había cerrado, se me ha caído en plena calle, en la entrevista de trabajo que me han hecho no hemos hablado de trabajo, me he cansado yendo a academia y ahí no me he enterado de nada, hace un calor de mil infiernos y mi madre está acaparando el libro La reina en el palacio de las corrientes de aire, la tercera entrega de la saga Millennium que estoy deseando leer.

Y por supuesto, porque estoy en El Pozo.

Mi familia me ha exhortado a pensar bien mi futuro, al igual que los compañeros que me acompañan en este Viaje al Centro de la Tierra. Ya lo tengo bien pensado y una de las conclusiones es que todavía me queda un viaje a Londres por delante.

Aún quedan casi dos meses y tengo poco dinero ahorrado (si no es trabajando, me parece que no voy a llegar) pero tengo unas ganas locas de irme y de evadirme de toda esta mierda universitaria que me come la cabeza estos días. Espero que sea algo parecido al viaje a Valencia hace más de un año, me ayudó a afrontar con energías el siguiente cuatrimestre.

Tengo pocas cosas preparadas. De momento, parece que vamos a improvisar bastante las visitas, ayudados con una guía turística. Ya tengo un montón de sitios marcados con el Google Earth, pero esto no va a servir de nada porque no estoy tan colgado como para llevarme el portátil a Londres.

Y así voy pasando las noches; atascado entre las reflexiones sobre el próximo cuatrimestre, las tertúlias de la radio, las entradas de blog pobremente redactadas y el calor sofocante que tanto odio. Puto verano.

[CANCIÓN DEL DÍA = "Stratofortress" de Stratovarius, incluída en el álbum "Elements".]

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por increíble que le parezca, cuando sea mayor recordará todo esto con cariño. Espero.

Ánimo!

Daniel Alarcón dijo...

A quienes espero recordar con cariño es a mis aún compañeros de universidad (y a usted, que comenta). Sin ellos, todo sería mucho más deprimente y mucho peor. Durante estos dos años no he tenido ningún pique grave con nadie, no he tenido mal rollo prolongado con nadie y he pasado grandes momentos con la mayoría. Me he cruzado con un montón de gente excelente (que apenas saca excelentes) y mi único deseo para el futuro es tener algo de tiempo para pasarme de vez en cuando por el Aula Polivalente para verlos.