Gràcies, Barça!

Esta noche me he tenido que enfrentar a un dilema moral. Tenía dos opciones para escribir este post. 1) Escribir sobre lo que el Barça me hace sentir estos días. 2) Hablar sobre los hijos de puta que se cuelan en los FGC bajo la atenta y pasota mirada de otros hijos de puta, éstos vestidos de granate y que se hacen llamar revisores.

He preferido el primer tema ya que bastante encendido he estado esta tarde con esto. A la siguiente, monto el pollazo. Pero bueno.

Barça. ¡Qué tiempos éstos! Estoy deseando tener descendientes y que éstos tengan sus descendientes para poder contar todas las cosas que llegaron a hacer 22 tíos liderados por otro que fue mi jugador favorito de pequeño aunque no creí demasiado en él cuando empezó.

Como culé, pocas veces había sentido unas ganas irrefrenables de que la noche cayera sobre Rubí para ver el partido. Otrora, antes de un partido estaba yo tan feliz.

Ahora, me paso los días de partido esperando la noche; para reunirme con los amigos en cualquier bar de mala o peor muerte de mi ciudad. Ya no es ver el partido si no compartir el rato con ellos; sin ellos, los partidos tendrían menos gracia. Compartir estos momentos con mis amigos son ya una parte indispensable del propio espectáculo y es una de las cosas que lo hacen especial. Tanto Pep y los suyos como Dani y los míos son especiales.

¡Y qué juego! ¡Showtime! No se puede describir con palabras lo que sentí en el 2-6. Al salir del bar reflexioné y solté un discurso como el que vendrá ahora; interrumpido por bocinazos y ondeos de bufandas: ¡Disfrutemos de esto porque es algo histórico! Existe la generación del 0-5 y nosotros nos acabamos de convertir en la generación del 2-6, algo que nunca más se volverá a repetir y algo que ya se quedará con nosotros para el resto de nuestras vidas, como la final de París. Ahora, sólo queda intentar memorizar todos estos momentos para volver a revivirlos.



Por no hablar del partido de Stamford Bridge, el que en mi memoria será retenido como El Iniestazo. La victoria de los Giants sobre los Patriots en la Super Bowl XLII fue el Arizonazo, lo del Chelsea se ha convertido ya en el Iniestazo. Nunca había yo sufrido tanto con el Barça como un partido de Champions de hace muchos años contra el Galatasaray, pero esta vez he batido mi propio récord de sufrimiento futbolístico. ¡Qué gritos! ¡Qué abrazos! ¡Qué rasguños nos hicimos con los frisos, anillos, mesas...! ¡Qué celebración! ¡Qué descarga de adrenalina! Recuerdo dos frases: ¡Que le den a Schumacher, Iniesta es mi nuevo ídolo! y ¡Ni Dragon Khan ni pollas, esto es mejor! Creo que aún tengo moratones en el brazo de la de butifarras que le cayeron al marrullero de Drogba por mi parte.

Lo peor es que seguramente no se podrá volver a repetir, porque ya veo que es imposible volver a ver un show como el que hemos visto durante los últimos meses pese a las dificultades en cuanto a lesiones, juego, etc. Hay que saborear estos momentos, paladearlos. Comprarse el Sport, recrearse en las victorias. Escuchar la radio y oír cada palabra. Participar en conversaciones sobre lo mal que está el Madrí y el Español y reírnos de ellos.

Y por último, acudir a nuestro bar de cabecera o hacernos nuestra pizza habitual, para ver la final de la Champions. Dios santo, aún quedan 5 días. ¡Llevo desde el finde pasado pensando en éste partido y parece que no vaya a llegar nunca! ¡Puede ser MUY JEVI! Si pierden, adiós al historiquísimo triplete; si ganan, una victoria a dedicar a alguien que vibró en la final de París y que muy desgraciadamente no vibrará con la de Roma. Irá por ti.

FORÇA BARÇA!!!

[CANCIÓN DEL DÍA = "Viva la Vida" de Coldplay, incluída en el álbum "Viva La Vida Or Death And All His Friends"]