viernes, 11 de julio de 2008

Mucho fútbol, poco football


Los distintos acontecimientos deportivos que se han sucedido durante el último mes no son suficientes. Los Ferrari en fórmula 1 me han dejado bastante decepcionado durante las dos últimas carreras y la Eurocopa (y la euforia desatada durante los días posteriores) ya han pasado a mejor vida hasta dentro de cuatro años.

Quedan por delante unos Juegos Olímpicos de los que podré ver poco más de la mitad ya que en Nueva York las competiciones que se jueguen a las seis de la tarde, no me voy a levantar a verlas a las seis de la mañana, lo siento. Lo de Nadal en Wimbledon fue un partido de los que hacen afición, como muestra un botón: a mí el tenis me la suele pelar de canto. Ver más de un set me aburre soberanamente, pero el partido del otro día fue otra cosa. Fue un partido del más alto nivel que podemos ver últimamente, que podría haber ganado cualquiera de los dos. Me quedé a verlo entero, e incluso los últimos puntos los celebré porque realmente fue un espectáculo.

Pero sigo vacío en parte. Estoy vacío de todos modos, pero un poco de fútbol americano podría rellenar alguna parte del hueco. Más allá de la Super Bowl pasada, quedaron unas pocas columnas de opinión que se hacían eco de la sorpresa que dieron los New York Giants y ya está. Sólo se ha animado un poco la cosa cuando se realizó el Draft y nada importante más. Sólo movimientos de entrenadores y coordinadores, discusiones sobre el futuro de Brett Favre, comparaciones de rookies... todo lo que se puede hacer para rellenar líneas mientras el balón Wilson no vuela por los aires.

Y lo necesito. La Super Bowl, aún y ser uno de los mejores partidos que he visto en mi vida, no puede suplir siete meses de inactividad footballística. La gran pega de la temporada de la NFL es que dura sólo cuatro (¿o eran cinco?) meses la regular y otro más de play-off. El resto del año, tanto yo, como los radicales del Black Hole de Oakland, como los tailgaters habituales del Reliant Stadium, como los columnistas de NFL Hispano, como  John Madden; tenemos que jodernos. Por no hablar de las pasionales aficiones del fútbol americano universitario, un mundo dentro de otro mundo del que hablaré un día que tenga muchas ganas.

Sí, es por el bien de la competitividad de un deporte que a mí mismo me dejó cinco días que no podía ni moverme, pero es duro de sobrellevar. Hice un entrenamiento de fútbol americano en plan serio, con corazas y todo durante la Semana Cultural del campus de Terrassa y los cinco días posteriores no me dolía nada si me quedaba quieto.

Pues eso, esperando con ganas a que llegue septiembre y ver el Kickoff de una vez por todas. Sentarme en el sofá con la camiseta de los Dragons, con algún aperitivo entre manos; dispuesto a disfrutar del espectáculo; con vistas ya a la Super Bowl XLIII, que por pelotas no podrá superar a la Super Bowl pasada.

[CANCIÓN DEL DÍA = "I Turn My Camera On" de Spoon, incluída en el álbum "Gimme Fiction".]

No hay comentarios: