P'arriba!

Ya he empezado a notar los nervios. Recordáis que me estaba sacando la teórica del carnet de conducir, ¿no? Vale, pues subo a examen el día lunes 28. Hace días que lo sé, pero tampoco había encontrado el momento para escribir aquí.

Esto me demuestra, una vez más, que no se vivir sin nervios encima. Si no son los exámenes universitarios, es la proximidad de las vacaciones, si no, el exámen del carnet de conducir o en su día, el del First Certificate. Y si no, ya me los invento yo.

No sé si disfruto de esta sensación, pero cada vez que pienso que el lunes por la mañana estaré en Sabadell pasándolas canutas ante preguntas trampa me sube por la médula espinal la misma sensación que cuando camino cuesta arriba para ir al campus de Terrassa. No me gusta, pero creo que después de Londres, la he echado de menos.

El otro día, me abrí una lata de Red Bull para tirarme un buen rato a tope y, durante unos minutos, pensé en los exámenes de la UPC. Siempre digo que los exámanes huelen a Red Bull y supongo que este no es excepción.

Creo que estoy preparado. El fin de semana pasado no lo sentía así, me entró un bajón muy bestia. Cinco, seis fallos. Tuvieron que pasar un par de días para que volviera a mi sendero habitual de los tres-dos-un fallos. Como cuando el First, me siento preparado pero no sobrado. Sé perfectamente que cualquier distracción o cualquier palabra malentendida me puede llevar a los cuatro o más fallos y entonces sí que ya me puedo ir metiendo en El Pozo otra vez para no salir más...

Cambiando de tercio, esta ya es mi segunda semana en la EUETIT. Primera práctica de laboratorio de física, primeros deberes (sospechosamente demasiado cortos de hacer, aquí hay gato encerrado) y primeras relaciones con los compañeros; tengo la sensación de estar haciendo un esfuerzo sobrehumano! En cuanto a las convalidaciones, [ironía on] el siempre eficiente y trabajador sistema administrativo/burocrático de la UPC me sigue haciendo feliz [ironía off] diciéndome que lo de convalidar dos jodidas asignaturas estará decidido en diciembre. Una fiesta, vamos. Y cien euros que, hasta la fecha, han sido tirados a la basura.

Parece que hayan hablado con mis amigos para saber qué me saca de mis casillas y hayan aplicado todo lo sonsacado a la vez...