domingo, 5 de septiembre de 2010

The Living Room Crew

La sudorosa masa de público que se agolpa en el estadio ya está harta de los teloneros y están empezando a no prestarles atención. Todas las miradas se dirigen a los relojes de pulsera y los móviles, cuyas segunderas y pantallas no avanzan ni cambian de cifra a la velocidad que deberían. El ambiente se va caldeando por momentos y no sólo por el calor que producen los focos.



En el backstage, los Living Room Crew van terminando su ritual habitual anterior a cada concierto, se terminan los últimos trozos de pizza y recogen los cacharros, antes de calentar los instrumentos y afinar la voz. Desde fuera ya se empieza a oír griterío, muchos corean el nombre del grupo.

Cuando los teloneros se marchan y el equipo ha recogido los trastos y los ha sustituído por los de los Living Room Crew, el escenario queda sumido en la oscuridad hasta que un minuto después, se oye el primer punteo de guitarra de la noche y la cantante del grupo desgrana las primeras notas. "Bona nit, Barcelona!" dice, entre solo y solo, en un catalán con acento del área metropolitana.

Desde mi posición a la guitarra, observo que el público no tiene nada que envidiarle a los japoneses que son los que siempre se llevan la palma en cuanto a mejor público. Los japos, por regla general están muy locos y si les gusta algo, les gusta hasta llevarlo al extremo. En cambio, el público de aquí se entrega desde la primera nota hasta el último redoble de batería del segundo bis. Una chica enseña los pechos a poca distancia del escenario, mientras que otra aguanta una cartulina prometiéndonos favores sexuales a los componentes del grupo. No está mal.

A través de las pantallas gigantes veo cómo mi camiseta y la de mis amigos se van empapando de sudor. Los coros que ellos y yo hacemos a la voz principal ya no son tan animado como al principio, pero el público los compensa.

The Living Room Crew es el grupo musical más inetiquetable de la historia. Tal cual te toca For Whom The Bell Tolls de Metallica que el último éxito de Taylor Swift, desde el Smells Like Teen Spirit hasta alguna de No Doubt.

Entre canción y canción, el agua (no necesariamente Evian) de los botellines corre como Usain Bolt, aprovecho los breves momentos para secarme el sudor de la frente con una toalla (con mis iniciales bordadas, por supuesto). También dejo descansar las muñecas, que sufren de un tute considerable.

Pero no.

Lo único que sucede es que las notas van cayendo una a una por la pantalla del televisor y si fallas una sola mandas la racha a la mierda y tus amigos se parten de ti. Bienvenido al Band Hero, el único sitio donde no importa si cantas, tocas la guitarra, el bajo o la batería. Por supuesto no hay público delante si no una tele, y los focos de 1500 W se convierten en bombillas de bajo consumo. Supongo que ya he jugado demasiado tiempo como para quitármelo de la cabeza...


Si esta entrada os ha parecido una paranoia, deberíais haber visto mi "versión del director" del Call of Duty: Modern Warfare 2. Muy gore.

1 comentario:

Ander dijo...

Esta bien que hagas fantasias de rockero, y comparto contigo tu opinion sobre los japonese, pero lo que algunos esperamos es una fantasia de alcalde (¡Que ya es hora de que algo de Simtropolis se cuele aqui!)