29-S: Juerga General

Primero de todo, decir que le debo el título de este post a M-Clan. Les debo muchas horas de música y muchas horas de canturreo de canciones, ahora les debo un título...

Vale, vamos a lo que vamos. No tengo ni un solo conocido (familiar, amigo, compañero, etc.) a favor de la huelga. Creo que sólo uno de mis profesores la va a secundar convencido porque es funcionario y el tema le toca de cerca, pero por lo demás; parece que todo el mundo se lo toma un poco a pitorreo.

[He estado buscando una imagen adecuada en Google, pero no he encontrado ninguna que simpatizara con el espíritu de este post].

Yo también estaría algo mosqueado si tuviera un curro al que ir. Perdería 45,28 euros, lo cual es una cifra bastante importante, pero no es el caso. En este caso, hasta no me importaría ir, siempre creyendo que los piquetes no se pondrían en los dos accesos al polígono industrial en el que solía currar hace un par de semanas.

Noto cierto cabreo y no me extraña. ¿Me lo parece a mí o los sindicatos se han estado tocando las pelotas desde el inicio de la Crisis hasta este verano? ¿Dónde estaban cuando la reforma laboral estaba confeccionándose? Quiero decir, no parece que hayan hecho gran cosa hasta que Zapatero & Cía decidieron tocar el bolsillo a los funcionarios. Entonces, se armó la marimorena y poco a poco, y negociación tras negociación (llámale comida de negocios con aperitivo, vermut, callos madrileños de primero, vino blanco, solomillo de ternera de segundo, vino negro, tiramisú de la casa, coñac y puro); la patronal se está saliendo con la suya. Muy bonito. Tú les das la mano y ellos te cogen el riñón y el hígado y se lo venden a unos chinos traficantes de órganos.

Su falta de reflejos ha sido uno de los hechos con los que el trabajador de a pie ha visto que los sindicatos quizá no estén tan de su lado como parecía hasta ahora. Añádele las últimas noticias sobre los liberados sindicales y que en Catalunya los niños hacen más días de huelga que de clase gracias a las protestas de los maestros y tienes un bonito ambiente tenso.

Mientras tanto, yo miraré los toros por detrás de la barrera, siguiendo minuto a minuto la jornada por la tele y estudiando lo que pueda... Vamos, como siempre.