La Vida Sin Ti

Antes de nada, tranquilos, nadie ha muerto esta vez.

Siempre me he preguntado cómo habría sido la existencia de todos los que me han conocido si yo nunca hubiera existido. Y quitando la existencia de mis padres y abuela, creo que mi influencia ha sido mínima en la vida de cualquiera. La gran mayoría de personas que he conocido no hubieran visto alterada su existencia en gran medida si yo no hubiera existido. Quizá mis grupos de amigos se hubieran desenvuelto con algún matiz distinto, con alguna que otra relación que yo he entorpecido o favorecido, pero más allá de aquellos que han estado más próximos a mí (una contadísima minoría formada de menos de veinte personas), solo soy una diminuta y prescindible mota de polvo en el universo.

Hay quienes no tienen el "privilegio" de poder decir eso, y la personaja a la que quiero dedicar el post de hoy es una de ellas.

Mañana te vas lejos, tan lejos que ningún cerebro humano puede asimilar espacialmente esta distancia. A otro continente. Y a los pringaos' que nos quedamos en la triste área metropolitana nos toca empezar a vivir la vida sin ti. Y no creo que vaya a ser una tarea fácil, aunque hemos tenido (todos) bastante tiempo para mentalizarnos de que esto iba a ocurrir.

Desde el primer momento que aterrizaste en aquel vetusto edificio que usábamos como instituto a mediados del siglo XXI, supe que no ibas a pasar de puntillas por nuestras conciencias como tantas otras.

Y efectivamente, fuiste una bocanada de aire fresco que revolucionó todo lo conocido por la época. El mismo Grupo que ahora mismo sólo es una sombra de lo que fue se formó en aquella época y todavía no he podido desentrañar si tuviste algo que ver en ello. Unos pocos meses más tarde, ya eras parte de él.

Nunca una mala palabra desmerecida, nunca un mal consejo, nunca un "no" por respuesta. Para encontrar algo criticable sobre tu persona debería remover cielo y tierra.

Todos juntos las hemos pasado muy putas en varias ocasiones, y sé perfectamente de lo que hablo en estos momentos en los que debería cortarme los dedos en plan Saw para no seguir tecleando cosas de las que me pudiera arrepentir. Es por eso por lo que estoy tan seguro que la huella que nos puedas haber dejado a cada uno de nosotros y a cada una de las personas con las que has tenido relación estrecha a lo largo de este tiempo sea muy profunda.

¿Qué coño? También lo hemos pasado muy bien, compartiendo una botella de Licor 43 o viendo por cuarta vez la misma grabación repetida del canal 3/24, con unos bolos o en una montaña rusa.

¿Y ahora qué? Nos quedan muchos meses por delante en los que no estarás aquí para ver florecer (o marchitarse) todos los proyectos personales que parten de este Septiembre. Ni siquiera puedo saber en qué grado cambiarán nuestras vidas (y el Grupo) con ellas para cuando vuelvas pero mi único deseo es que puedas verlo.

Ahora el tiempo se paraliza aquí y allí donde vas te esperan una tonelada de experiencias, vivencias y culturas nuevas. El tiempo correrá deprisa y cuando no te des cuenta, espero que estés de vuelta para contarnos todo lo vivido. Seré todo oídos y un poquito más ingeniero.