Una mirada atrás

No sé si tirar del hilo en los comentarios del post anterior, donde se está formando una discusión muy seria acerca de "el mundo en su globalidad" (a falta de un mejor título) o por el contrario ignorarlo y seguir a lo mío. Ya veremos.

Tengo que escribir esta entrada ya que es lo que hago cada año. Doy una mirada atrás, repasando mes a mes lo sucedido en mi vida para encontrar algún significado a todo. Sigo intentándolo.

Como ya dije posts atrás, amanecí 1 de enero en una cama que no era la mía, sin nadie a mi lado y con un póster de una componente de Operación Triunfo 1 colgado del techo (supongo que queda claro que tampoco era mi habitación habitual). Apenas me enteré del paso del día uno ni del día dos y en unos pocos más, nos plantamos en exámenes del tercer cuatrimestre. Fue aquella época donde aprobé Química II, OOT y Dibujo I, suspendiendo Álgebra con un 4,1. Debería ser esta una buena notícia, pero significó que el siguiente cuatrimestre haría tres asignaturas entre las cuales, Mecánica. Por todo esto, enero de 2009 pasó volando.

Mis febreros suelen ser discretos, creo que nunca me ha sucedido algo realmente importante en un febrero. La primera quincena suelo gastarla en las "vacaciones" que nos da la UPC entre cuatrimestre de otoño y cuatrimestre de primavera (Super Bowl aparte) y este año lo gasté en una sola cosa SimCity 4 Deluxe. Hasta que no conseguí la expansión Hora Punta, que te permite gozar de contenidos externos descargados, no comencé a DISFRUTAR este juegazo en mayúsculas. Ya llevo pegado a él 11 meses y me he forjado cierta reputación en mi amada comunidad Simtropolis. Todo empezó en un discreto febrero.

Marzo, con un recuerdo. Cada marzo tendrá un recuerdo para ti, ya ves que nos hemos tenido que apañar solitos. Cambiaste el significado de la fecha del 11 de Marzo.

En mis entradas antiguas leo que me constipé (no confundir con el inglés "constipated") y veo que todavía me veía capaz de superar la fase selectiva de la ETSEIAT, ahora me llamo pobre iluso a mí mismo. En esa época todavía tenía ilusión por la fórmula 1 y ya comenzaba a intuír los exámenes parciales.

Abril, mes de mi cambio de dígito, de 19 a 20. Empecé haciendo un exhaustivo repaso a toda mi vida, incluso llegué a copiarlo en Word para releerlo yo más tarde. Procesé (y proceso) que he tirado a la basura una quinta parte de mi vida. Me quedan cuatro quintas partes más para vivir mejor que esta. El exámen de Mecánica fue muy mal, fue en una tarde de abril de 2009 donde mis sueños de ser ingeniero en una escudería de fórmula 1 se rompieron en muchos añicos. Más tarde, me fui de fiesta, lo cual es toda una novedad en mi vida y poco a poco, más o menos a la par que el rendimiento de Ferrari, fue bajando mi interés por la fórmula 1. Llega un momento en que miras los previos más por ver a Laia Ferrer que no por el deporte.

Mayo, dominado por la Semana Cultural de la UPC y sus consecuencias. La primera de todas, mi primer torneo de póker serio del que salí mejor parado de lo que creía. Mientras que desesperábamos por saber la nota del parcial de mecánica, el Barça destrozaba a cualquier rival que se le ponía por delante. Fueron grandes semanas para el fútbol, tardes de gloria. "Copa, Lliga i Champions", que dirían. Fueron días de euforia desaforada y de Pozo anímico gracias a la inestimable ayuda del Departament d'Enginyeria Mecànica. Puso a prueba mi temperamento. Para colmo, empezamos a planear lo que yo bautizaría como Operación Big Ben.

Junio, las elecciones europeas despertaron mi espíritu político aletargado, lo cual es de agradecer. Ya sabéis que soy un tío bipolar (me gustaría estar haciendo Licenciatura en Historia pero hasta hace poco estaba en Ingeniería Industrial, cosas que pasan) así que me gusta despertar de tanto en tanto al político o al historiador que llevo dentro. Ese mismo mes me enfrenté al Examen De Mi Vida, el final de mecánica y que se saldó, como las crónicas hablan, con mi expulsión de la escuela. Muchas gracias por venir, damos paso al siguiente concursante. Fueron días bastante dolorosos, días de Pozo. Para terminar, la Fiesta Mayor de Rubí, dio, como cada año, el pistoletazo de salida al verano. Bienvenido a mi nueva vida.

Julio, sin trabajo remunerado, hundido hasta las pelotas en El Pozo, yendo a Terrassa cada dos por tres para arreglar hostias burocráticas varias para sentenciar mi matrícula en Ingeniería Industrial y matricularme en Grado en Ingeniería (antigua Ingeniería Técnica Industrial). Sólo acordarme de las secretarias de ambas escuelas y me dan arcadas. Uno de los momentos cumbre fue cuando me dieron los libros de la teórica del carnet de conducir; un paso que todo joven debe dar alguna vez.

Agosto, reset. Apreté el botoncito oculto este con el típico palillo de dientes para intentar resetearme en Londres. Esos cinco días fueron una bocanada de aire puro (más bien contaminado por los escapes de los taxistas locos y los Maseratti conducidos por rubias de escándalo). El reset me funcionó y el resto del mes lo dediqué a gozar de los míos y a pelearme con el navegador porque Simtropolis estaba caída. A finales de mes, empecé a pensar en la UPC y ya me puse de mala hostia.

Septiembre, las novedades suelen motivarme pero no este tipo de novedades. Ya escribí mis temores al futuro, a la gente nueva y demás, no descubriré nada nuevo ahora. Empezó la universidad, la liga de fútbol, la NFL y el curso político, con novedades muy jugosas. Y por si fuera poco, el examen teórico de conducir; que me atrevo a decir que fue puro trámite.

Octubre, hice un nuevo amigo y se llama Peugeot 207. Estuve con él 31 horas entre octubre y noviembre. Además, llegaron los exámenes parciales, que aprobé sin más. Supongo que esta es la diferencia entre industriales y grado en ingeniería. Me encantó la frase de uno de los comentarios "UPC, where the amazing happens..."

Noviembre, poco más. Por exigencias del plan Bolonia me veo obligado a entablar relación con los compañeros de clase y eso me toca las pelotas. Detesto trabajar en grupo e intento que se me note lo mínimo posible, pero ni aún así. Me cambié de gafas y subí dos veces al examen práctico de conducir. Pocos días después, recibí el carnet provisional de cartón y llevé el coche de mi padre al autolavado. Mi primer viaje con el Seat Toledo.

Diciembre, son días marcados por mi adicción al coche. Me he pasado el paradigma sostenibilista por el forro de los cojones y quiero coger el coche hasta para comprar el periódico, pero acabo no haciéndolo. Como cada diciembre, la NFL se pone interesante y empieza mi época de reflexión. Cosas que he hecho bien, cosas que he hecho mal, cosas a mejorar. Como diría mi profe de Matemáticas I al terminar la clase: "¿Dudas, sugerencias, comentarios, cosas por decir?" Las navidades me han dejado un regalo extra, que es un Trixie. Son unos "premios" que da Simtropolis los usuarios con contribuciones más interesantes en cualquiera de los campos en los que se divide la comunidad. Estuve nominado a tres y me acabaron dando el de "Título de City Journal más Original y Llamativo". Toma ya!

A falta de pocos días para las campanadas, entro ya en mi fase depresiva de diciembre, tranquilos, me pasa cada año. Pienso que me queda un año menos para morir, en que he tirado otro año al contenedor de los residuos orgánicos y todo eso, ya estoy acostumbrado. A esto, se añade mi preocupación por el plan de NocheVieja. También como de costumbre, no tengo el control de él y eso me preocupa.

Feliz 2010