Justo cuando me comenzaba a llevar bien con mi ordenador, va el tío y por una incomprensible razón, deja de funcionar; dejándome a mí escribiendo estas líneas desde la Biblioteca Mestre Martí Tauler de Rubí. Son días duros sin ese compañero a mi lado, teniendo que hacer mis cosas en otros ordenadores que no son (ni parecen) el mío. Lo primero que se nota es el teclado, que aunque no es como los AZERTY franceses, es ruidoso y hay que pulsar las teclas muy fuerte.
¿Qué pasó para que yo esté desterrado de la red? Abrí el ordenador para limpiarlo y ahora maldigo la hora en que se me ocurrió hacerlo. Lo desmonté tanto como sé y me arrepiento de haberlo hecho, porque algo habré tocado. Lo hice todo bien (creo) y ahora pago las "consecuencias". Maldigo también todas las horas que he dicho "tendría que hacer una copia de seguridad o algo" y me excusé diciéndome a mí mismo que era muy tarde o que estaba demasiado liado. Lo sé, soy gilipollas.
Precisamente cuando más cosas tengo que descargarme de Internet para la universidad, más necesito el Messenger para comunicarme, más entradas necesito en éste mi blog para contar a los cuatro vientos cual es la última chorrada que me ha pasado por la cabeza, más energía necesita mi iPod para seguir con vida, más bytes necesita mi cerebro para continuar con su consumo habitual.
Una de las cosas que más odio de la informática es no saber por qué pasan las cosas; o sea, no saber qué le pasa a mi ordenador y por tanto, no poder solucionarlo. Mientras tanto, aquí estaré, desenchufado de la red y del mundo.
¿Qué pasó para que yo esté desterrado de la red? Abrí el ordenador para limpiarlo y ahora maldigo la hora en que se me ocurrió hacerlo. Lo desmonté tanto como sé y me arrepiento de haberlo hecho, porque algo habré tocado. Lo hice todo bien (creo) y ahora pago las "consecuencias". Maldigo también todas las horas que he dicho "tendría que hacer una copia de seguridad o algo" y me excusé diciéndome a mí mismo que era muy tarde o que estaba demasiado liado. Lo sé, soy gilipollas.
Precisamente cuando más cosas tengo que descargarme de Internet para la universidad, más necesito el Messenger para comunicarme, más entradas necesito en éste mi blog para contar a los cuatro vientos cual es la última chorrada que me ha pasado por la cabeza, más energía necesita mi iPod para seguir con vida, más bytes necesita mi cerebro para continuar con su consumo habitual.
Una de las cosas que más odio de la informática es no saber por qué pasan las cosas; o sea, no saber qué le pasa a mi ordenador y por tanto, no poder solucionarlo. Mientras tanto, aquí estaré, desenchufado de la red y del mundo.
[CANCIÓN DEL DÍA = "Der Rättenfanger" de In Extremo, incluída en el álbum "Sünder Ohne Zugel".]
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