viernes, 12 de febrero de 2010

Finales y Principios

Dicen que la muerte de uno mismo o de un familiar tiene cinco fases psicológicas: negación, ira, miedo, negociación, y aceptación (según un capítulo de Los Simpson). Con el final de la temporada de la NFL pasa lo mismo.

Negación: "Bueno, no pasa nada, ¿no? Dentro de nada viene el Draft..."
Ira: "¡Maldita NFL de 17 jornadas, puto Roger Godell!"
Miedo: "¿Qué voy a hacer yo sin fútbol americano durante tanto tiempo?"
Negociación: "Voy a seguir entrando en mis páginas habituales a ver si hay alguna novedad... Nada de nada."
Aceptación: "Resignémonos, si el sistema no fuera así, el juego se resentiría..."

O sea que una vez he pasado por estas cinco fases, combinadas con unos cuantos días viviendo con un solo oído; ya sólo queda mirar adelante. Hoy he ido a que me quiten el tapón del oído izquierdo después de haberme estado tirando gotas durante una semana y de paso me han quitado algo del derecho.

Más finales; ha terminado Héroes y todo apunta a que habrá un nuevo volumen. Parece que el siguiente va a versar sobre temas ya vistos antes pero no diré nada para que nadie me acuse de spoilers...

Después, al salir del ambulatorio, me he pasado por la nueva biblioteca de Rubí. Me ha sorprendido, no esperaba que fuera tan grande, tan luminosa, tan moderna, tan currada... Así da gusto que se gasten tus impuestos, sin ironías. Realmente me ha sorprendido. Al menos, le pega un millón de patadas a la biblioteca de bolsillo llena de chonis que esperan a sus novios de la clase de música que teníamos antes.

Viernes, Sábado, Domingo. Empiezo el segundo cuatrimestre (sería el sexto de mi época universitaria) con más ganas de las que creía; me siento motivado. Tengo dos asignaturas nuevas de las cuales ya hablé y tengo que aprobar el final de Física por pelotas. Será un buen reto. Ya conozco mi horario, es peor que una patada en los cojones ya que empiezo tres días a las ocho de la mañana y la clase del lunes sólo es de ocho a diez. De puta madre.

Sólo me queda un fin de semana para desincrustarme de Simtropolis y volver a la metrópolis real; reinsertándome en la sociedad más allá de mi gente de Rubí...

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