El Fin de una Década

Ahora mismo estoy pensando: "Ah, los años 2000, ¡qué tiempos aquellos!"

A falta de once días para el final de una década, otra más dirían algunos; toca reflexionar y mirar atrás y supongo que me tocará tirar de Wikipedia para refrescar algo de la memoria histórica.

Año 2000, yo tenía 11 años y aún seguía contando los días que me quedaban para largarme de mi escuela primaria. Conté hace mucho tiempo porqué contaba los días. Durante muchos días, se hablaba del temido Efecto 2000 y en esa época se estrenó "Y2K", mi telefilm favorito y que sólo he vuelto a ver una vez más hace ya mucho. Aún era pequeño, pero veía a la gente con ganas: "Eh, tíos, entramos en el futuro" "¡Veremos el año 2000, el tercer milenio!" Total para qué, ya habéis visto, diez años que tampoco han sido gran cosa.

Nunca había aprendido tantas cosas en mi vida, he conocido a mis amigos y otras personas muy importantes durante esta década, y he tenido la inmensa suerte de poder pisar Nueva York en esta década (y espero volver en la década siguiente). He vivido en esta década y eso ya no me lo quitará nadie.

No lo digo yo, leí en la edición online de la revista Time un artículo que defendía la idea de que era mejor no dar ningún nombre a esta década o si se lo teníamos que dar, llamarla "Década Infernal" o los "años Nada" (en una triste traducción). Sigo en desacuerdo con ellos, básicamente porque es la década en la que he vivido con los ojos más abiertos. Digamos que no me acuerdo de demasiadas cosas de los años 90.

¿Digo yo, los 2000 fueron años infernales realmente? Veámoslo.

Sin ir más lejos, la Crisis está haciendo un daño horrible en nuestras familias, pero seguro que será algo que recordaremos.

Recordaré esta década como la eclosión de lo que yo llamo los iProducts; ya sabéis, las cosillas de marca Apple. No me voy a esconder, y tengo que decir que me gustan los gadchets Apple pero mi familia y yo sólo nos pudimos permitir un iPod nano de los que ya no se ven por antiguos. Sin duda, la blanca y estéril imagen del iPod será uno de los iconos que guardaré con más cariño.

¿Qué me decís de Internet? Aquí no hay cojones de decir que esta década no ha servido para nada, preguntaros cuántas páginas mirais ahora habitualmente y cuantas mirábais cuando dábais vuestros primeros pasos por la red. En mi caso, no hay color. Y no hace falta hablar del Windows XP.

Quizá es en el campo de la ciencia pura donde nos hemos quedado un poco con cara de tontos; no ha habido ningún descubrimiento revolucionario digno de cambiar los libros de la biblioteca de la UPC. Vale, sí, hemos chutado a Plutón de la lista del Sistema Solar y se ha inaugurado el Large Hadron Collider, pero aún así no ha habido ningún nuevo Niels Bohr a quien adorar.

La Wikipedia me lleva a la sección "Media, music & celebrity" y me echo a temblar (ya de paso he arreglado un link, que no funcionaba). Califican como mejor artista masculino a Eminem y la mejor femenina Beyoncé. Bueno. Hablan del hip-hop, del gangsta rap, del emo, del post-grunge y de vete tú a saber qué. Supongo que fuera de la muerte de Michael Jackson, los hits musicales han pasado con tal rapidez por los 40 Principales & Cía que para qué recordarlos...

También hablan de videojuegos, y es otro sector en el que no vale la pena ni comprarlo con los años 90 para no ruborizar a la que fue la última década del siglo XX.

¡Y qué series y películas, tíos! Simplemente, a veces Hollywood tiene razón.

Hablemos de política. Je, vaya década. Terrorismo etarra, terrorismo islamista, terrorismo en Rusia, terrorismo en Oriente Próximo, terrorismo en general... una gran década. En guerras tampoco nos quedamos nada cortos, y no solo por las promovidas por los EEUU si no por las demás que hay por todo África. Por no hablar de la corrupción a todos los niveles, especialmente en España.

Irán, Korea del Norte y demás países recientemente nuclearizados han movido el Doomsday Clock cuatro minutos adelante hacia la medianoche (ya estamos a las 11:55), lo cual es una pésima noticia. Gracias. Hay que decir que siempre he encontrado interesante el concepto del Doomsday Clock.

Bush, Obama, Aznar, Zapatero, Blair, Brown, Putin, Medvedev, Schröder, Merkel, Chirac, Sarkozy... La lección que todos ellos nos han dado durante estos diez años es que, como reza un mural pintado en Viladecans, "Gane quien gane, tú siempre pierdes".

Sí, hemos mejorado en los derechos de los homosexuales pero las catástrofes naturales se han cebado muy a saco con el planeta; aún recuerdo el tsunami del Océano Pacífico en pleno día de San Esteban, todavía con los galets de Navidad en el estómago. ¿Y lo del Katrina? No creo que tanta gente estuviera llamada al reino de los cielos, supongo que esta es suficiente razón para el ateísmo. Pero bueno.

En España hemos visto aviones estrellarse, barcos hundirse, trenes descarrilar y otros explotar, coches hechos fosfatina en cualquier cuneta. Hemos podido ver gobiernos arrastrados al fango por trenes y barcos y otros gobiernos que con su propio peso ya se van cayendo solos.

Al menos el Barça ha ganado dos Copas de Europa, Ferrari con Michael Schumacher siete campeonatos de constructores y los Steelers dos Super Bowls. ¿Habrán influído sus triunfos en mis decisiones deportivas?

A pesar de todo lo de arriba, damas y caballeros, ha sido un honor vivirla con ustedes; con todos ustedes.