miércoles, 22 de junio de 2011

Réquiem por un Descanso

Cuando este viernes salí por la puerta de la EET despidiéndome de la tropa (ya que tenía el coche en el PequePárking) creía que me esperaban tres semanas de descanso infinito, regado con dosis masivas de SimCity y horizontalidad casi perpetua. Qué inocente que soy.

El viernes por la tarde me sentí como un organizador de eventos cualquiera, siendo una de ésas personas que deben coordinar a una quincena de personas más para encontrarse en un punto concreto de una metrópoli concreta a una hora del día en concreto. Cuando el grupo de personas procede de diversos puntos del área metropolitana y a cada una le da por venir en un medio de transporte cualquiera, la organización del evento suele ser muy divertida.

Fue la culminación de dos semanas de negociaciones al más alto nivel, entre facciones enfrentadas casi a muerte y con unas luchas de intereses que ríete tú de lo que se da en el Congreso de los Diputados. Por suerte, casi todos coincidimos en calificar la noche del viernes de "mítica" y supongo que eso ya vale la pena. Sólo os digo que acabé remojado bajo la ducha de la playa.

Lo normal es que el sábado hubiera dormido hasta que el cuerpo me dijera basta, pero no. Me tuve que levantar para ir a comprar una puta persiana e ir al puto Leroy Merlin a comprar nosequé cosas. Nunca el Resacómetro había alcanzado tales niveles, más que nada porque no suelo mezclar nunca y la noche del viernes mezclé como mínimo tres bebidas alcohólicas diferentes y ya os digo ahora que alguna de ellas contenía garrafón.

La mañana del sábado no fue la mejor de mi vida de hecho el sábado fue una puta mierda hasta que me pegué una siesta de dos horas hasta las cinco de la tarde, hora en la que empecé a ser persona, hice mantenimiento del ordenador, defragmentación de disco, limpieza y toda esa mierda. Mientras tanto, las reformas en casa seguían su curso, aunque sin tanto ruido como en días anteriores.

El domingo, ya en "plena forma", seguí con mi exilio en mi habitación, donde estoy pasando estos días que no puedo pasar en el salón, solamente acompañado por la radio ya que todavía no han pasado el cable de la antena. Fue lo más parecido al típico día de vacaciones que todos conocemos, SimCity, Pretty Little Liars, La Habitación de Fermat y más SimCity después. Aprendí a hacer mapas de metro con el GIMP, ya lo puedo añadir al currículum [/ironía].

El lunes... el lunes fui al gimnasio, o mejor dicho a la piscina del gimnasio; todo con tal de no pasar más tiempo no durmiendo y aburriéndome en casa. Por la tarde, vi 21 Blackjack, película que ya he visto aproximadamente dos millones de veces, pero que me gusta mucho. Y más por la tarde, limpieza masiva de cas, como cada puta tarde. El problema de las madres es que no saben que mañana se volverá a acumular exactamente la misma puta cantidad de mierda que hemos limpiado hoy y que nuestro esfuerzo habrá sido en vano. Intentad convencerla, yo he fracasado en ello.

El martes fue... lo más parecido a una puta mierda. Por la mañana tuve que jugar al Tetris con los muebles de mi habitación (9 metros cuadrados dan para mucho más de lo que parece) para hacer sitio para los tíos que tenían que venir a desmontar el radiador de mi cuarto. Doce horas después, el radiador seguía en su sitio; en una habitación que parecía haber visto pasar el huracán George. Pasé el día exiliado en la cocina, en el cuarto de mi abuela y en el cuarto de mis padres, por éste orden; peleándome con el router para poder ver entera la película The Cube. Mentiría si dijera que me gustó. No había pasado tanto rato seguido en la habitación de mis padres desde que dormía con ellos cuando era pequeñito.

Por la tarde, cuando el elenco de artistas que pululan por el salón y el comedor se fueron sin quitar el radiador, decidí devolver a mi habitación a su estado inicial y volvió a empezar la limpieza masiva de cada tarde. Luego vi la MTV en la tele y apareció el programa en el que Paris Hilton intenta escoger a su nueva mejor amiga. La prueba de hoy era que las candidatas tenían que ir de ligoteo y traerse a los ligados a la mansión del programa. Me pareció que los chicos estadounidenses son mucho más duros de pelar que nosotros. Y que el FBI no te deja salir a la calle si no llevas como mínimo dos tatuajes ni puedes rallar queso en tus abdominales.

Y hoy, de vuelta a mi habitación hasta mañana, pasando calor, SimCitieando y viendo Ocean's Eleven. Ésta me ha gustado. Y sí, debería leer, pero todavía queda mucho verano por delante.

Si a todo esto le añades los planes para la Fiesta de Fin de Exámenes II y la Fiesta de San Juan y que ya han salido notas; digamos que mi descanso infinito se lo he dedicado al SimCity (y ni siquiera al nivel que se merece!).

La uni, bien, gracias. Sabía que el examen de Sistemas Electrónicos había ido mal, pero no había ido al nivel de 2,6 y ser una de las peores notas de la clase. Aún así, mi nota final es de 6, que es exactamente un punto más del que preveía sacar a principios de cuatrimstre. Luego llegó Control y Automatización Industrial, ya puedo decir que los profesores hicieron un examen de mínimos, como diciendo "para decir que habéis hecho esta asignatura debéis salir de aquí sabiendo esto". Habíamos practicado cosas un millón de veces más completas, con rearmes e historias muy frikis, así que el examen no supuso un problema. Saqué un 7,2, lo cual me catapultó al 6 de nota final. Hay que decir que estudié como una puta, pero a diferencia del parcial, ésta vez tuve mi recompensa. ¡Y que vayan pasando!

1 comentario:

Ander dijo...

Que curiosos, yo también tenía pensado hablar sobre lo imposible que es planificar y controlar el verano.