lunes, 23 de mayo de 2011

ERC FAIL

Esa tarde fatídica del domingo 22 de mayo de 2011, era una tarde optimista para Jordi Portabella, alcaldable de Esquerra Republicana de Catalunya para el ayuntamiento de Barcelona. La campaña había ido bien, la relación con Joan Laporta era correcta, y los sondeos de antes de las elecciones daban que ERC se mantendría al mismo nivel que en las elecciones de 2007.

Sobre las seis de la tarde, se encontraba paseando solo, entre las doradas filigranas de las barandillas del suntuoso Hotel Avenida Palace de Barcelona, un sitio usado como cuartel general que haría vomitar a Lluís Companys y pegarse un tiro a Josep Tarradellas. Digamos que es un sitio como para dejarse la "E" de "esquerra" a la entrada. Su "número 2", Joan Laporta, se había quedado descansando en la habitación donde pasaría la noche; habían quedado para encontrarse en la suite para cuando salieran los sondeos a pie de urna de las 8 de la tarde.

Aún y estar paseando, estaba nervioso. Se miró en un espejo decorado con recargada decoración barroca, y vio que, sin maquillaje, tenía unas bolsas en los ojos que le llegaban a los pies. Habían sido 15 días sin pausa y, aunque la mayoría de veces parezca mentira, los políticos también son humanos.

A eso de las ocho menos diez, se dirige a la suite, donde la ejecutiva de ERC ya está enfrente del televisor con TV3 sintonizado. Josep Cuní al habla, a la espera de los datos de los sondeos a pie de urna. Unos momentos después, el desfile de cifras hiela la sonrisa de Portabella i Puigcercós, mientras que Laporta tarda dos o tres segundos en reaccionar.

BARCELONA 41 Regidors SONDEIG TV3
PSC CiU PP ICV-EUiA ERC
XX/XX XX/XX X/X X/X 2/3

En la suite, el silencio es sepulcral durante un par de minutos, en la que sólo se oye a los presentadores de TV3 ofrecer el habitual alud de cifras.

Puigcercós da un puñetazo en el brazo del sillón y se imagina a Carod-Rovira en su casa partiéndose de la risa, Portabella se derrumba en su sillón mientras hace sumas mentales para pactar con CiU, pero con dos regidores menos que la anterior legislatura, sería misión imposible. Laporta sonríe. A fin de cuentas, él es el número 2 y estará en el consistorio.

-Merda! Merda, merda i merda! -grita Puigcercós, levantándose, fiero como un toro. Se asoma a la ventana, abajo están los periodistas.
-Però què collons... què collons ha passat...? -se oye la voz de Anna Arqué de fondo. Portabella hace que no con la cabeza y Laporta le sirve un vaso de agua. No hace falta hablar.

Los sondeos de Tarragona, Lleida y Girona hacen desesperarse a Puigcercós, que sale al balcón a tomar aire; mientras ve como los primeros simpatizantes ilusionados que habían llegado una hora antes, empezaban a irse para casa con el rabo entre las piernas. Mientras tanto, en los estudios de TV3, el rubinense Joan Ridao ya se ha bebido entero su vaso de agua. Cualquiera que lo viera, diría que es tres centímetros más bajito que hace unos minutos.

Los siguientes minutos son un drama sazonado de improperios, contra los fachas españolistas, contra los "botiflers" de CiU, contra los sociatas de mierda, y con los "mitjacerilles" de la CUP. Lo que todavía no sabían es que al final de la noche, ERC desaparecería del mapa en Tarragona y Girona, simplemente reemplazados por la CUP y en Lleida no llegarían a tener representación. A las ocho y pico de un domingo de mayo, ERC recibía uno de los mayores golpes de su historia y el independentismo catalán entraría en una nueva era.

Durante el resto de la tarde, se suceden las malas noticias, una detrás de la otra; irremediablemente (entre paréntesis, el número de regidores perdidos o ganados): Igualada (-1), Ripoll (-1), Figueres (-5 y 1 para la CUP), La Seu d'Urgell (-3), Sabadell (-1 y fuera), Terrassa (-2 y fuera), Berga (-1 y fuera, 3 para la CUP), Granollers (-1), Mataró (-2 y fuera, la CUP se mantiene), l'Hospitalet de Llobregat (0 antes y 0 ahora), Badalona (-1 y fuera), Cornellà de Llobregat (-1 y fuera), Sant Cugat del Vallès (-2 y fuera, +2 para la CUP)... En resumen, la Geografía del Desastre, un desfile de capitales de comarca que, en el mejor de los casos, sólo han podido mantenerse.

Solamente hay consuelo en algunas de las plazas fuertes de ERC, como Solsona (+3), Montblanc (+2 y bajo una marca electoral), Les Borges Blanques (-1 pero los más votados)... Aún así, conservan más de 100 pequeñas alcaldías con mayoría absoluta, pero al fin y al cabo, han sido borrados del mapa en el área metropolitana, exceptuando Rubí (2 antes y 2 ahora) y echados a patadas de los pactos de gobierno de las capitales de comarca.

Cada regidor perdido es una puñalada para la directiva, que a eso de las 11 de la noche, con todo el pescado vendido, tiene que salir a convencer a un grupo de periodistas (y los pocos simpatizantes que hay) que ERC saldrá de esta situación.



Un Jordi Portabella descamisado, sudado y despeinado aparece en la sala de prensa con el rictus más serio que se le ha visto. Intenta pronunciar su discurso, pero de lo que tiene ganas es de pegar una patada al atril. Habla con la voz entrecortada, está a punto de llorar y los millones de catalanes que están viendo TV3, como yo, lo pueden ver. Incluso los políticos lloran, pero nunca delante de las cámaras.

Hoy, admiro un poquito más a Jordi Portabella.

El "análisis" más serio de la jornada electoral, próximamente.

2 comentarios:

Ander dijo...

Esperando ese análisis, pero a mi entender tarde o temprano el “nacionalismo de izquierdas” tiene que fracasar. Puede ser muy tarde (pej. Bildu y herederos, que tienen cuerda para rato), pero al final o deja de ser de izquierdas o deja de ser nacionalista. Por cierto, San Google ya me ha dicho que significa “botifler”, pero ¿Qué significa “mitjacerilles”?
Ah, y para fails, PSOE EPIC FAIL.

Daniel Alarcón dijo...

No sé hasta qué punto el nacionalismo en general está condenado a fracasar ya que por una causa u otra, sus metas se acaban retrasando en el tiempo.

Mitjacerilles, bueno, es como si dijéramos que son unos flojuchos, débiles, unos que no valen nada, a fin de cuentas, como media cerilla...